ABANDERADA

Ilustración: Joaquín Sorolla

   Remolino, algarabía,

prisas, carreras, la banda

que suena callejeando,

ya los nervios se desatan.

   ¡Que ya vienen! ¡que ya llegan!,

la blusa, el peto, la enagua,

la diadema, el recogido,

esas uñas bien pintadas.

   ¿Y el prendido del costado?

al final, que sobrecaiga

entrelazado en el talle

y acariciando la falda.

   En el escote, un suspiro

de cuentas ornamentadas

a juego con brazaletes

y manos ensortijadas.

   Los pendientes custodiando

ese palmito, esa cara

que regala la belleza

que desde muy dentro emana.

   Ya está lista y a la espera

del capitán que engalana,

con todo su poderío,

el lugar por donde pasa.

   Es el alma de la fiesta,

representa a su comparsa,

con gran honor y tronío

porta orgullosa su banda,

su sonrisa, su candor,

su emoción… ¡Abanderada!

                               Marisol, 3-6-13

UN PREMIO

   Me acaban de dar un premio

y no sé si lo merezco;

quisiera pensar que sí

porque colma mis deseos.

   Me recubre de ternura,

me transporta, me hace fuerte,

me despierta de un letargo,

me hace bendecir mi suerte.

   Al mismo tiempo me incita

y quiero recibir más,

sé que si me lo propongo

sí que lo puedo lograr.

   Me acaban de dar un premio,

el mejor, os lo confieso,

no se puede pedir más,

me acaban de dar un beso.

                          Marisol, 30-5-13

REMOLINO

   El agua pasada, dicen

que ya no mueve molinos.

Su fuerza se desvanece

a lo largo del camino,

pero al pasar por mi vera

bailó como un torbellino

que revolicó mi orilla,

mi paz, mis cinco sentidos.

   Después de aquel arrebato,

mi cauce quedó tranquilo

aunque, muy de vez en cuando,

vuelve a sonar algún ruido.

   No me quiero despertar,

acércate con sigilo

que, aun queriéndote ignorar,

mi caudal vuelve a girar

con fuerza de remolino.

                                       Marisol, 29-12-12

MELANCOLÍA

Ilustración: Salvador Dalí

   Tan solo una pizca

de melancolía

que arrope mi calma

como una caricia,

que avive la llama

con suaves recuerdos

de andanzas pasadas,

lejanas, perdidas.

   Un soplo de viento

cálido y helado

que envuelva la pena,

que la haga pequeña

para rescatarme

de mil sinsabores

que me trae la vida.

   Un toque de gracia

prendido en los dedos

de mi pensamiento

con dulce agasajo.

   Un guiño risueño

al camino, al paso

que voy recorriendo,

que, a veces, me canso,

pero que no quiero

pararme a pensarlo.

   Un poco de todo,

tristeza, alegría,

carcajada, llanto,

en su punto medio,

ni poco, ni tanto.

   Tristeza, alegría,

tan solo una pizca

de melancolía.

                        Marisol, 13-3-13

BICHO RARO

   Bien lo dijo aquel cantar:

“antes muerta que sencilla”,

no me quieran imponer 

ciertas normas ni rutinas.

   No me quiero parecer

a nadie aunque sea perfecto,

solo necesito ser

algo distinto y auténtico.

   No me pongan etiquetas

y no traten de imitarme

que me vuelvo del revés,

que yo no soy como nadie.

   Prefiero ser bicho raro

por una simple razón:

poder rezar con mi credo

antes que ser del montón.

                                 Marisol, 6-5-13

MIEDO

   He tenido miedo de tener

miedo de amarte.

   He tenido miedo de querer

poder tenerte.

   He tenido miedo de saber

poder sentirte.

   He tenido miedo de sentir

ganas de verte.

   He tenido miedo de poder

llegar a odiarte.

 

   Mas ya cesaron mis miedos,

he vuelto a poder remar

esta nave hacia mi puerto.

   Quiero poder recalar

y mantener tu recuerdo

pero sin amor, sin odio,

sin tenerte, sin sentir,

sin amarte, sin quererte,

sin necesidad de verte.

   Poder pensar, sin dolerme,

algunas veces en ti.

                                     Marisol, 28-3-12

CON DOS PARES

Hay que ver estas lentejas

como se han puesto de guapas.

-Para mí, la de la cola.

-Para mí, verde esperanza.

-Ya verás que buen guisopo

y que estupenda ensalada.

Con un buen par de piropos

las tenemos aliñadas.

-Pues venga, chico, ¡al ataque!

-¡Venga, chicos!, ¡a la carga!

Marisol, 1-5-13

MI MADRE

   Era una linda flor,

para mí, la más hermosa.

Todas las madres lo son.

   Cuando cantaba en las misas

la Virgen ya lo sabía:

yo les cantaba la Salve

y ellas se la repartían.

   Y cada vez que nombraba

lo de la “perla más fina”,

se lo cantaba a las dos.

   Ellas se dejaban hueco,

entre las dos me arropaban

y me sentía tan bien

que hasta casi bien cantaba.

   Ya no canto desde el coro

pero del fondo de mi alma

siempre saldrán unos versos

para mis madres amadas:

   La Virgen de la Salud

junto a mi Maruja Salas.

                                  Marisol, 8-9-11
Publicada en la Revista de Fiestas de Septiembre 2012

FANTASÍA

   Y fue, que me iluminó.

   Atravesó como un rayo

mi luna, mi sol, mi espacio,

dentro de mí se coló.

   Me encontré con un suspiro

y con una primavera,

con luz, calor, savia nueva,

destellos, me encandiló.

   Casi me sentí perdida

con tan fugaz novedad,

sin atreverme a pensar,

desorientada, aturdida.

   Poco a poco se enredó

por entre mi pensamiento

y despejando mi cielo,

junto a mí se acurrucó.

   Y quiero sentir su magia,

y quiero tenerla cerca,

es mi leal compañera,

me da fuerza, me da paz,

me da luz, calor, consuelo,

es la dulce fantasía

de mis rimas y mis versos.

                                   Marisol, 6-2-13

LIBERTAD

   El sol se despega suavemente de la línea del horizonte. Parece querer alargar el silencio que ha reinado en la noche.

   En la orilla, alguna escasa huella recorre la silueta que marca el destino del oleaje ausente.

   El mar en sí es un manto de seda, que me invita a envolverme en su tersura y suavidad.

   Me sumerjo entre su trama, pero lo hago despacio, queriendo evitar rasgar su delicado relieve y respetando el silencio que me rodea.

   Sintiendo la calidez de los rayos de sol sobre mi rostro y el compás de un sutil vals en mi desnudez flotando, alcanzo consenso unánime con mis cinco sentidos capitaneados por mi corazón y mi pensamiento.

   Acabo de sentirme en LIBERTAD.

   Si existiera plenamente, creo que sería así.

                                               Marisol, 17-8-12

DOS DUENDES

 DOS DUENDES

  Para Mario y María en el día de su boda


 Una vez, dijo el poeta:

      Caminante, son tus huellas

         el camino y nada más.

     Caminante, no hay camino,

       se hace camino al andar.

   Y yo, he querido recordar estos versos de D. Antonio Machado, para contaros las historias de dos duendes.

   Vamos con el primero, el mío:

Ni la falta de poderes,

ni el ocaso, ni el otoño,

nada puede con el duende

que se instaló entre nosotros.

A veces se hace el dormido

pero, con solo el sonido

de un chasquido de los dedos,

salta con gracia y con brío,

enseguida está dispuesto.

Otras veces lo apartamos

casi sin querer, queriendo

y ves que se va alejando

pero cuando se da cuenta,

de un salto, viene corriendo.

Y es que, apareció un buen día

sin saber cómo y por qué.

Fue aquel en que él me miró,

fue aquel en que le miré.

Desde entonces, con tormentas,

sequías, calor o frío,

se acurruca entre nosotros

y da a nuestro ser sentido.

Pues, eso, que no nos deje.

Como aquel poeta dijo,

que nuestro duende y los dos

andando hagamos camino.

    Ahora viene el otro duende:

Es  muy amigo del mío

y dice que os acompaña,

que un buen día se encontró

en un cruce de miradas.

Dice que se llama Sera

y yo pensé, Serafín,

pero no, dice que no,

que le viene de Seráfico

porque todo empezó allí.

Y es que ya me lo imagino

dando saltos por el centro,

de una clase hasta otra clase

y después en el recreo.

Dice que un día se vio

con un casco de guerrero

y yo me dije: ¡ya está!,

el galáctico de negro,

ese que dice ser padre,

pero que no es padre nuestro.

Se vio envuelto en la galaxia

de suspiros y de sueños

y no se pudo escapar,

la fuerza lo acompañó

y entre ellos quedó sujeto.

Hoy sé que se encuentra aquí

disfrutando al observar

como se hacen realidad

nuestros mejores deseos.

M&M, felicidades.

Como aquel poeta dijo

que vuestro duende y los dos

 caminando hagáis camino.

                                                                               Marisol, 6-4-13

UNA SONRISA

   Una sonrisa tan solo,

una ligera sonrisa

puede atravesar los poros

y servir de medicina.

   Puede curar la tristeza,

una desdicha, un enfado,

un desencanto, una nube

negra con trueno y relámpago.

   Una mal recuerdo, una huella,

un sinsabor del pasado,

una noticia que agrede,

un vacío, un desengaño.

   Es fácil, es muy sencillo,

la dibujas en tus labios

y, cómplice con tus ojos,

la ofreces como un regalo.

   Si la envías, la recibes,

procura hacerlo a diario,

al mismo tiempo serás:

remite y destinatario.

                                 Marisol, 1-3-13

LOS PINOS DE CASTELAR

  Lo que podríais contar,

altivos y añejos pinos

de la plaza Castelar.

   Le disteis sombra a mi infancia,

engalanasteis eventos,

me acompañasteis de día,

de noche acunasteis sueños.

   Arropasteis los encuentros

de tempranos amoríos,

de aquellos primeros besos,

de secretos, de suspiros.

   Enmarcasteis esos juegos

de chiquillas y chiquillos

y escuchasteis cuchicheos

de vecinas y vecinos.

   Danzasteis con contoneo

en septiembre y sus festejos

con las parejas de baile,

vigilando su paseo.

   Otras veces, con  la luna

y salpicados de estrellas,

erais testigos flamantes

de conciertos y verbenas.

   Año tras año, perennes,

veis tristezas y alegrías,

seguís, atentos, la pauta

de cómo pasa la vida.

                          Marisol, 1-3-13

LA MANCHA DE MORA

   La mancha de mora, dicen,

que con otra igual se tapa,

solo hay que tener la suerte,

sin buscarla, de encontrarla.

   Porque si la vas buscando

es difícil de atinar,

pues la magia en este asunto

tiene que surgir, brotar.

   Por lo tanto, que los hados

se encarguen de esa tarea

y a ver si, teniendo suerte,

se pasan por tu vereda.

   Y ¿qué quieres que te diga?

¿que seas curioso y ya está?

pues no, no tengas reparo,

no te dejes de manchar.

                                      Marisol, 15-1-13

A MIS PADRES

Mario y Maruja

   El recuerdo de unos versos

recitados por mi madre

se entrelazan con las rimas

que conservo de mi padre.

::::::::

   Gracias por ser como soy,

por ser como me habéis hecho,

por empaparme en la savia

de vuestros dones y sueños.

   Por enseñarme a querer,

a respetar, perdonar,

a indagar en inquietudes,

a ser fuerte y a luchar.

   A ser humilde, sencilla,

a conformarme con poco,

a valorar lo pequeño,

a saborearlo todo.

   A aceptar el infortunio

con una dulce sonrisa

y sembrar alrededor

cálida paz, alegría.

   Sé que llevo ese equipaje

que dejasteis al partir,

ese es el mejor tesoro

que se puede recibir.

   Soy lo que soy, sé muy bien,

porque me hicisteis así,

no os llegasteis a marchar,

estáis muy dentro de mí.

                                 Marisol, 8-2-13

LA LUNA

   Te ves en el mar, coqueta

¿te sonrojaste tal vez?

un naranja sonrosado

le da alegría a tu tez.

   Me regalas tu reflejo,

anulas mi timidez,

te me ofreces como musa,

me enamoras otra vez.

   Eres fuente, río, despensa,

alacena de misterio,

testigo de risas, penas,

compañera de silencios.

   Caminas muy despacito

saboreando tu paseo,

te alejas pero no importa,

mañana vendrás de nuevo.

                                   Marisol, 11-2-12

ME PONE

   A mí la luna me pone

y también me pone el mar

y la lluvia, las estrellas,

tu sonrisa, tu mirar.

   Y me pone de puntillas

querer poderte besar,

querer alcanzar el cielo

para podértelo dar.

   Y me pongo muy contenta

cuando te veo llegar,

cuando siento que me sientes,

cuando brillo en tu brillar.

   Cuando tus manos invitan

a las mías a bailar

y se entrelazan, inquietas

delatando  su verdad.

   Me pone ver que te pones,

ponte a mi lado y verás.

                                Marisol, 4-2-13

AQUEL DÍA DE VERANO

   Lluvia fresca que refresca,

aquel día de verano,

cuando buscando cobijo

me tropecé con tus labios.

   Aislados por la tormenta

entrelazamos las manos

y una ráfaga de amor

estalló como un relámpago.

   Aquellas gotas de lluvia

fueron sutiles testigos

de tu mirada, la mía,

de la intención, de un suspiro.

   Pero aquello ya pasó,

quedó olvidado en el tiempo,

el fulgor y la pasión

se vistieron de silencio.

   Cada vez que veo llover,

por más que pasen los años,

la lluvia fresca refresca

aquel día de verano.

                              Marisol, 20-2-13

HUEVO REMENDÓN

   Con un huevo remendón

me he cosido una patata

con forma de corazón.

   El juanete se asomaba

como si quisiera ver

a su zapatilla amada.

   Pronto me arrepentiría

de pensar que al pobre Juan

le quitaba la alegría.

   Así es que, sin ser verano,

las calcetas van a estar

con aire refrigerado,

pues ya no pienso tapar

ninguna ventilación

que les impida ligar,

asomarse y poder ver

lo que pasa alrededor

de los dedos de mi pie.

                                 Marisol, 1-2-13

MAR ADENTRO

   A veces grito vivencias,

a veces grito silencios,

otras veces los ahogo,

se me quedan mar adentro.

   Unos salen de mi piel,

otros los cojo prestados,

jugando a, sin serlo, ser,

dejo libre mi entusiasmo.

   No todo me pasa a mí,

no soy fruto de desánimo

pero atrapo la intención,

la recojo y me la guardo.

   Quiero compartir pasión,

alegrías y fracasos,

sentir en mi corazón,

acunar en mi regazo.

   Y luego lo cuento así,

cantando como lo siento,

aunque en alguna ocasión

se me quedan mar adentro.

                                 Marisol, 7-2-13

EL TEMPLETE

La Plaza Castelar

   Ya suena la banda, niña,

los instrumentos se templan.

¡Vamos! Corre hacia aquel banco,

el de aroma a rosaleda.

   ¿No te llevas un pañuelo

por si la noche refresca?

-No, que me quiero cubrir

con manto de mil estrellas

y reflejo media luna

que me sirva de peineta.

   ¡Que se esté quieto el chiquillo

que juega y revolotea!

que ya suena el clarinete

con un solo de zarzuela.

   Late el silencio en la noche

escuchando aquella pieza

que sale de una batuta

y en aquel trono resuena.

   Recuerdos de mi niñez,

rabia, coraje, gran pena,

por borrar con un tachón

el encanto y la belleza.

 En el centro de la plaza,

ausente, su imagen regia,

aquel emblema, El Templete,

de Castelar, su bandera.

                                 Marisol, 2-2-13