Quisiera derramar una alegría,
pero está seco mi cauce.
Solamente mis ojos llenan
el estanque de una pena.
No llueven ilusiones
y la tormenta arrastra
nubes de esperanza.
Tan solo con que brote
en mi rostro una amapola
frágil y sutil, ya me conformo.
Que el viento la acaricie,
que el sol beba el rocío,
que sienta tu mirada.
Dibújame con tu verso
una sonrisa.
Tal vez así, florezca mi mañana.
Marisol, 5-4-14
Hola Marisol, con tu permiso me quedo contemplando esas preciosas amapolas que tanto me gustan y desde luego te dejo mi sonrisa para que florezca tu mañana. Al parecer vivimos en el Valle yo un poco más arriba en Petrer...ya sabes!!! tienes una nueva amiga y seguidora.
ResponderEliminarFeliz fin de semana, saludos Pilar
Gracias, Pilar. Y bienvenida a mi parcela. Una gran amiga mía nos ha hecho contactar y la verdad es que es agradable conocer a alguien que sabe sentir estas emociones que nos producen las palabras. Estaremos en contacto. Un saludo
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