Ni la dieta de la piña
ni la del melocotón.
Hay otra más a/efectiva
que es la dieta del amor,
pues casi sin darte cuenta
adelgazas un montón.
De buena mañana: nada,
no te apetece almorzar
pues tienes un nudo enorme
que no te deja tragar.
Y luego durante el día
esa sensación de frío,
calor, fuego, desatino
que no te deja pensar.
Se te olvida por completo
que has de comer, de cenar
y así, claro, en unos días
te quedas bien “estirá”.
Pues que ¡viva mi dietista!
pero conmigo y “na” más.
Marisol, 6-6-11
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