Adivino tu sonrisa,
esa luz que se desprende,
que ilumina tus pupilas
es como si me enviase
una pizca de energía
que me ayuda a mantener
cierto sosiego en mi vida.
Y si no te puedo ver,
da lo mismo, la imagino
acariciando tus ojos,
prendida en la comisura
de tus labios clandestinos.
Y con eso es suficiente.
Hay quien dirá: no es lo mismo,
pero para mí, lo es.
Solamente con saber
que cuando piensas en mí
se dibuja en tu semblante,
ya no necesito más.
Con eso tengo bastante.
Marisol, 7-1-12
No hay comentarios:
Publicar un comentario