Ilustración: Norberto Abellán
Como un cascabel me río,
río de angustias y penas
que no flotan, las ahogo
para que no se me vean.
Yo sólo apunto alegrías
para tapar la tristeza
que se instala en recovecos
de mi pobre alma indefensa.
No quiero darle sosiego,
que no piense en lo que venga
que todo pase deprisa
que asomen las buenas nuevas;
que gire la voz del tiempo
y pasen raudas sus fechas
para ver llegar la calma,
que llame pronto a mi puerta.
Como un cascabel me río,
río de angustias y penas.
Marisol
Yo tengo otro cascabel
ResponderEliminarque viene aquí a acompañarte;
brillo tiene en la mañana,
sonido dulce en la tarde;
lleva aroma de jazmines
mezclados con azahares,
está llamando a tu puerta
repicando en tus cristales
para que salgas a verle
para que puedas contarle
de esa angustia, de esa pena
del color del azabache,
que te recome por dentro
y por los poros te sale.
Cascabel, ríe conmigo,
que se alegre tu talante.
Date prisa que ya es hora
de las penas olvidarse.
Con cariño.
Un beso.