martes, 2 de octubre de 2012

ZAPATILLAS



   ¿Se puede sentir amor
mirando unas zapatillas?
¿y un pijama? ¿puede ser?.

   Pues claro que sí porque
no por sí solas lo valen
pero si alcanzas a ver
quien luego va y se las pone,
como que te pone bien.

   Si empiezas a recordar
los momentos importantes,
los ratitos de placer
y más cosas innombrables,
pues que sin saber por qué
te dan ganas de besarlas,
pero me reservaré
para cuando venga el dueño
y vaya a meter el pie.
                               Marisol, 27-10-11

domingo, 30 de septiembre de 2012

PACES





   El llegó,
la peinó con su sonrisa.
Ella acarició su pelo;
fue como si la mañana
despejara sus desvelos.

   Volviendo sobre sus pasos
la sorprendió con un beso,
los dos susurraron algo.

  Ella dijo:
que el rencor no sea mi dueño.

Flotó en el aire una duda,
se diluyó con el viento,
los dos dijeron que sí,
volver a empezar. Sí quiero.
                                     Marisol, 6-7-12

miércoles, 19 de septiembre de 2012

DE NUEVO... SEPTIEMBRE



   Y otra vez llegó septiembre
con su languidez, su calma,
con esos destellos tenues
navegando sobre el agua.

   El mar que se reconcilia
en su meta con la playa.
   Vuelve de nuevo el sosiego,
el candor de las mañanas
y suaves atardeceres
peinan la arena dorada.

   Atrás se queda el estío,
su júbilo, su arrebato,
el eco de mil suspiros
dormidos hasta otro año.

   Pero aun así, la canción
sigue su pauta sonando,
las olas vienen y van
acariciando mis pasos.

   Dicen que me esperarán
y yo les prometo algo:
   sé que pronto volveré,
necesito respirar
y envolverme con su canto.
                                Marisol, 2-9-12

martes, 4 de septiembre de 2012

MONSERRAT
















Mis pies siguen los dictados de mi alma,
un suspiro se me escapa
y acude a buscar cobijo
en los riscos,
repliegues de la montaña
impregnada de emociones,
de paz, de mil sentimientos,
de fe, de intención pagana.

   Picaporte de sentidos
que flotan a cuatro vientos.
   Una oración, un quejido,
una ilusión, un lamento.
   Un simple voy, miro y veo,
un continuo me santiguo,
un cálculo, un sacacuentas,
mejor no, ¡qué escalofrío!.

   Pero ante todo hay un qué
que despierta mis sentidos:
la madre naturaleza
que me adopta como hijo.

   Me reconozco una nada
en medio de esa grandeza
donde rezuma el amor
de las piedras por el monte,
del horizonte hacia el sol,
por su fe, aquel peregrino,
las monjas, su devoción.

   Respiro profundamente
para poder inhalar
ese conjunto de gracias
para reforzar mi paz.
   Me llevo más equipaje
a la vuelta que a la ida
y me voy con gratitud
por sentir que formo parte
de ese todo, de la vida.
                               Marisol, 9-8-12  

lunes, 27 de agosto de 2012

Y VUELTA A EMPEZAR




   Maldito despertador;
en un mes no emitió llanto
pero no se le olvidó
recordar que ya llegó
el día del desencanto.

   Y vuelta a darle al manubrio
porque no hay otro remedio,
y dando gracias de que
no nos falte el “refrigerio”,
porque, según van los tiros,
de lo malo, esto es lo bueno.

   Así es que estamos aquí
“pa” que venga lo que venga,
que seguro que la prima
nos va tocando a la puerta.

   Al mal tiempo, buena cara,
¡qué narices! ¡a currar!,
que más vale madrugar
que el ganduleo en la cama
por no tener que hacer nada,
ni siquiera trabajar.

                            Marisol, 27-8-12

sábado, 28 de julio de 2012

UNA ARDILLA




   Una ardilla corretea
por la Plaza Castelar.
-Ese chiquillo me mira,
¡ay!, no sé lo que debo hacer,
menos mal que hay cerca un árbol
por si tengo que correr.

   ¿Y ese grupo que platica
removiendo los bastones?
   Por la forma en que se mueven
no sé yo sus intenciones.

   A ver si el de la pelota
que juega con esa niña
se aparta y así me arrimo
para coger una piña.

   Y luego voy a buscar
a mi amiga, a ver si atino,
según creo recordar
estaba en el quinto pino.

   A correr, a trepar voy,
   A correr, a trepar va.
   Voy detrás de mi amiguita
por si la puedo alcanzar.

   ¡Vaya, vaya!, qué buen sitio
que es la Plaza Castelar.
                                         Marisol, 26-2-12

BOLÓN Y LORENZO

                                                                         
   Lorenzo se fue a dormir
y rezagadas quedamos,
luciérnagas de artificio,
queriendo alargar el tiempo,
cantando y contando cuentos
al límite del solsticio. (23-6-12)



   Pijama cuarto creciente,
salpicadito de estrellas,
nos arropa cuerpo y alma
e ilumina el duermevela.



   Convertidas en orugas
aguardamos la mañana,
la alfombra de luz del valle
pierde el fulgor y se apaga.


 Y con el amanecer
la metamorfosis danza
al son de nuevos destellos
y, otra vez, Lorenzo manda.
                            Marisol, 25-7-12

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...