sábado, 28 de julio de 2012

BOLÓN Y LORENZO

                                                                         
   Lorenzo se fue a dormir
y rezagadas quedamos,
luciérnagas de artificio,
queriendo alargar el tiempo,
cantando y contando cuentos
al límite del solsticio. (23-6-12)



   Pijama cuarto creciente,
salpicadito de estrellas,
nos arropa cuerpo y alma
e ilumina el duermevela.



   Convertidas en orugas
aguardamos la mañana,
la alfombra de luz del valle
pierde el fulgor y se apaga.


 Y con el amanecer
la metamorfosis danza
al son de nuevos destellos
y, otra vez, Lorenzo manda.
                            Marisol, 25-7-12

SOLEDAD



   Él se quedó en el camino
en un tercio de una vida.
   Ella, dos tercios siguió
pero sola en la agonía.
   Él no quería marchar,
le empujó la insigne dama,
aquella que alza con brío
un adiós y una guadaña.

   ¡Qué frío quedó su lecho!
¡qué helada quedó su alma!
sin aquel que en sus desvelos
la cubría y la mimaba.
   ¿Dónde encontrar el consuelo?
¿en la oscuridad, la nada?

   Todo quedó en el vacío,
solo el abismo desgrana
un manojo de suspiros
de soledad empañada.

   Toda de negro pasea
su tristeza por la plaza.
Velo de manto que envuelve
mirada oscura y velada.

   ¿Cómo se puede luchar
cuando no se tienen armas?
   Solamente un corazón,
que atenaza su garganta,
pugna con débil aliento
para hacer volar sus alas.

   Y aquella fuerza que surge
de donde no había nada
 le hace seguir un camino
de dolor y de templanza.

   El tiempo, curando heridas,
va desplegando mañanas
y por cada amanecer
brota una luz de esperanza.
                                 Marisol, 24-7-12

MI ESPACIO




    Una parte de mi ajuar
es mi jardín, mi parcela,
espacio casi termal,
es mi coto, mi vereda.
   No dejaré a nadie entrar
y yo no pienso salir;
es mi refugio, mi paz,
mi tesoro, mi desván,
mi baúl de fantasía,
mi sustento, mi tristeza,
mi atardecer, mi alegría,
mi noche, mi aurora, día.
   Es mi pequeña grandeza
que me llena, que me inspira,
me da fuerza y me da todo
y sobre todo…. la VIDA.
                            Marisol, 24-7-12

martes, 24 de julio de 2012

LA BATALLA




Ilustración: Octavio Ocampo


 Ese calor, ese fuego
que no quema pero abrasa,
que me sube por adentro,
que me hace bajar la guardia.

   No sé qué será, qué empeño
le pones a esa batalla
pero la ganas conmigo
y no me importa librarla.

   Igual que dos enemigos
defendiendo su muralla,
queriendo alcanzar la almena
de su rival, y tomarla.

   Yo me rindo a tus ataques,
tú te rindes a mis armas,
nos dejamos envolver
por tan bélica demanda.

   Vencedores y vencidos,
     no pierdo, siempre me ganas.

                                          Marisol, 5-7-12

VOLVERME A ENAMORAR



   Necesito renovar
mi tú, mi yo, nuestro cielo,
que afloren nuestros deseos
y volverme a enamorar.

   En cada nueva estación,
tengo que subirme al tren,
no me basta recordar
aquello que un día fue.

   Tengo que desempolvar
algún recuerdo, una idea,
me las tengo que ingeniar
para convertir en nuevas
las ilusiones de atrás.

   Y volverme a sorprender
y descubrirte, admirar
con ojos nuevos tu estampa,
tus andares, tu mirar.

   Volver a sentir la magia
y volverte a reinventar,
que tus ojos me descubran
y poderte cautivar.

   Sentir que prende la llama
y volverme a enamorar.

                        Marisol, 9-6-12

ME GUSTA




     Me gusta velar tu sueño,
encontrarte en la mañana,
sentir que soy tu desvelo,
envolverme en tu mirada.

   Saber que sientes mi frío,
notar tu calor, tu llama,
abrigarte en mis adentros,
acurrucarme en tus alas.

   Descubrir que soy tu cielo,
comprender que eres mi calma,
volar en tu pensamiento,
tenerte al romper el alba.

                                 Marisol, 21-5-12

LA NIÑA



   Desde arriba y a lo lejos
vi mi juventud corriendo,
la llamé, no me escuchó,
de mí se fue desprendiendo.

   Se me quedó tal tristeza
cuando lo pude entender
que pensé que ya era el fin,
que todo lo iba a perder.

   Y de pronto me inquieté
porque noté algo por dentro
que se alborotó, quizá,
rebelándose al momento.

   Cuando acerté a divisar,
casi que no daba crédito:
había una niña pequeña
que me miraba en silencio.

   Y cuando le pregunté
quién era y qué pretendía,
me contestó: respirar,
que me mantengas con vida
o ¿es que te vas a rendir
y rechazar la pasión,
la alegría de vivir
y jugar con la ilusión?

   De momento me turbé,
no le supe contestar
pero cuando vi sus ojos
que luchaban por brillar,
le dije: ¡dame la mano!
que ni te dejo escapar,
ni que duermas en silencio.
Vamos juntas a jugar
que no hay que desperdiciar
aquello que llevo dentro.
                                    Marisol, 19-7-12

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