Sorteando goteras,
librando charcos
se nos escapó el día,
tuvo su encanto.
¡Vaya derroche!
que algarabía
de gotas frescas
en mis mejillas.
Y, a pesar de la lluvia,
quién lo diría,
sigue estando intacta
nuestra poesía.
Marisol, 29-11-14
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