Hoy no supe qué ponerme
para quitarme una pena,
y, buscando y rebuscando,
no encontraba, en el armario
donde guardo mis flaquezas,
algo que recompusiera
lo que por dentro me ahoga
y favorezca por fuera.
Y en un rincón me encontré,
muy bien plegado, un recuerdo.
Me lo puse… y tan contenta.
Marisol, 17-7-14
Hace unos días puse un comentario, pero con las prisas de costumbre creo que algo no hice bien, pues veo que no está reflejado.
ResponderEliminarMe encanta vestirme con aroma de recuerdos, dulces, románticos, sugerentes e incluso atrevidos.
Un abrazo, Pilar