-No tengo ninguna prisa-
apuntó aquella señora,
plácidamente sentada,
sin aparentar demora.
Y yo me digo: ¡Ya ves!
pues si dices no tener
aquello que no posees,
me da que pensar que sí,
que va a ser que sí lo tienes.
Porque si niegas un no
me estás refiriendo un sí,
pues no tener algo dice
que no posees dicha cosa,
mas si dices que no tienes
nada, tendré que pensar
que algo debes de tener
si no careces de tal.
Por lo tanto, es conveniente,
si es que tú no tienes prisa,
que digas que no la tienes
o la acompañes de “alguna”,
o de “poca” o de “bastante”
o de “mucha”,
pero nunca de ninguna
si es que, de verdad, no tienes.
Marisol, 18-8-13
Je, je... Me gusta
ResponderEliminar