Como lágrimas de viento
caen las hojas,
sin prisas.
Su contoneo añora un recuerdo,
aquel ayer luminoso,
el fulgor,
pero siguiendo una pauta
cambian de atuendo,
elegante, suntuoso
y, a la vez, tenue y sencillo.
Con sigilo, anuncian
que se acerca un letargo,
un largo recogimiento,
tejiendo alfombra de oro
para alimentar encuentros,
para volver a mostrar
primaveras de un recuerdo,
pero, despacio, es otoño,
llave y portón del invierno.
Marisol, 28-9-13
"Llave y portón del invierno", en efecto. El otoño es una estación evocadora que a mí particularmente me inspira mucho más que la primavera, aunque tiene peor fama.
ResponderEliminarPreciosos versos Marisol y bella la fotografía.
Saludos.
Gracias Jerónimo. Es cierto que el otoño tiene un encanto más reposado.
EliminarUn saludo