domingo, 21 de diciembre de 2014

LA PIEDRA Y EL ÁNGEL


Foto Berenguer: Marisol, 1956

La piedra y el Ángel son los protagonistas del cuento de Navidad ÚRSIDA

Aquel angelito
que cuida la cuna
se está impacientando,
se empieza a alertar,
pues pesa la ausencia
de tres Reyes Magos
que, con sus presentes,
tienen que llegar.

Por mucho que otea
hacia el horizonte,
ni rastro, ni indicios
llega a divisar,
pero, audaz y listo,
alberga una idea
y sin más demora
la pone a marchar.

Elige una piedra
de su confianza,
le cuenta sus planes,
la pone a temblar,
la coge en sus manos
y, con gran destreza,
emprende con ella
viaje sideral.

La piedra se siente
feliz, subyugada,
de ver que acomete
tan linda misión
y en una carrera
sin más precedentes
desató una estela
fugaz y candente
que a los Reyes Magos
avisó y guió.

El ángel custodio
se siente tranquilo,
regresa a la cueva
para proteger
al niño que vino
demostrando al mundo
que el amor al odio
    le puede vencer.  
                   
 Marisol, 6-1-14   

lunes, 8 de diciembre de 2014

A PESAR DEL TIEMPO




Sobre mi cintura
perdura el recuerdo
de aquellas mañanas
y de atardeceres,
de dulces paseos.

Brazos enlazados
susurrando besos,
desafiando al mundo
y hasta presumiendo
de tener las manos
llenas de ilusiones
y  ardientes deseos.

Y el tiempo se encarga
de velar los cielos,
de aflojar abrazos
y desarmar sueños,

pero no podrá
borrar el recuerdo
de aquellos chispazos
que, aunque ya no quemen,
nunca se extinguieron
gracias a ese duende
que llevamos dentro,

que sigue enredando
nuestro pensamiento
desde aquel buen día
que quedó prendido
en una mirada,
y fue compañero
de aquellas mañanas
y de atardeceres
de dulces paseos.

Marisol, 18-9-14

lunes, 1 de diciembre de 2014

DIFERENTE



Ni corriente, ni perfecta, ni especial.
Solamente diferente.

Diferente al caminar,
al sonreír, al llorar,
al sentir el palpitar,
diferente para hablar,
para poder decidir
albergar o desterrar,
para querer conservar
un resquicio del pasado
donde poderme acunar
y dejarme acariciar
por un ayer sin un hoy.

Y nada convencional,
nada de ser del montón,
malabares de ilusión,
querer jugar, y jugar 
…y saltar
y huelga al qué dirán.

Diferente para todo, 
para querer, para amar.
                            Marisol, 1-9-14

miércoles, 12 de noviembre de 2014

EL SILENCIO



      Qué triste es el ruido del silencio,
ese crujido que corroe las entrañas,
esa nube que anochece nuestro día,
ese día que oscurece sin mañana.

   Y no encuentro la salida al laberinto
que enreda y enmaraña mis sentidos,
solamente son los ruidos del silencio
que alejan y oscurecen mi camino.

   Perdida me muevo en añoranzas,
prendida de recuerdos socorridos
que me alivian el alma.

   Pero solo del silencio suena el ruido
del olvido y la desesperanza.
                                 Marisol, 15-7-14

martes, 30 de septiembre de 2014

NUEVO DÍA


                               



   Me gusta sentir
cómo me miras en silencio.

   Dejar que se escape una sonrisa,
rozarme con tu piel
sintiendo intento de mezclarte
con mi pensamiento.

   Que asome una picardía,
que no sea todo noche,
que un atisbo de ternura
se convierta en un derroche.

   Y que brille en su intención
el nuevo día.
   Renovar mi tú, mi yo,
alegoría, rebelión
contra el rumor de la apatía.

                                   Marisol, 9-7-14

martes, 23 de septiembre de 2014

VI LLOVER


La otra noche vi llover
y no sé si estabas tú.

Tal vez sí, mas no importaba,
solamente era la lluvia,
querida y esquiva dama,
por tiempo tan deseada
negándose a aparecer.

La otra noche vi llover.
Su frescura acariciaba,
con  gotas destartaladas,
la desazón de mi sed,
pero, con gran timidez,
lentamente y con esmero
enjugó su suave llanto,
hizo mutis por el foro,
desapareció en silencio
y se diluyó el encanto,
pero sí, no lo soñé,
la otra noche vi llover.

                    Marisol, 3-9-14

lunes, 22 de septiembre de 2014

LUNA




La luna lunera mengua
con galas de miel dorada,
recostada su silueta,
su sonrisa me regala,
que se esparce por la arena
refugiándose en el agua.

Quiere envolverse en la brisa,
saber a sal marinada,
pero una nube celosa,
con cautela, la arrebata.

Quiere ser solo su dueña,
poseer su blanca estampa,
y yo, paciente, la espero,
quiero sentirme atrapada
cuando vuelva a aparecer
y me regale su magia.

                          Marisol, 18-8-14
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