Te ves en el mar, coqueta
¿te sonrojaste tal vez?
un naranja sonrosado
le da alegría a tu tez.
Me regalas tu reflejo,
anulas mi timidez,
te me ofreces como musa,
me enamoras otra vez.
Eres fuente, río, despensa,
alacena de misterio,
testigo de risas, penas,
compañera de silencios.
Caminas muy despacito
saboreando tu paseo,
te alejas pero no importa,
mañana vendrás de nuevo.
Marisol, 11-2-12