EL BESO

   Como dice aquel cantar

¿a dónde van a parar

los besos que no se dan?

   Hay quién dijo que “el primero

se da con una mirada”,

después son de terciopelo,

suaves pétalos dulzones

sabor de fruta temprana.

   Luego están los que te turban,

se enlazan enrevesados

enredando el corazón.

Son chispazos encendidos

que repletos de pasión

te hacen perder el sentido.

   Otros surgen con llegadas

o con tristes despedidas.

   Pero hay un beso especial

que es de lo más placentero,

es el que brota sin más

atendiendo unos deseos

difíciles de acallar.

   Ése es el que yo prefiero,

pero también los demás.

                                        Marisol, 8-2-12

ELLAS

   Pétalos de terciopelo

caen ajados, cuando al alba

han de esconder con recelo

lo que sienten, lo que entrañan.

   Deben andar con cuidado

cuando cruzan sus miradas

para que no les delate

los mil destellos que emanan.

   ¿Por qué debe estar prohibido

amar como ellas se aman?

si es lo más puro, más limpio,

sin reproches, sin alarmas.

   Sintiendo un solo latido

sus corazones se enlazan

y permanecen unidos

hasta que despunta el alba.

                                 Marisol, 29-1-12

A BAILAR

   Colgando de unas palabras

encontré  mi corazón,

le dije ¿por qué no bajas?,

dame una buena razón.

   ¿Qué te impide palpitar

al son de unas castañuelas?

¿o prefieres son de vals?,

pues nada, lo que tu quieras.

   Pero vamos a bailar,

a reír, soñar, cantar,

no vayamos a olvidar

como se ahuyentan las penas.

                                    Marisol, 1-2-12

TU MIRADA

 

   Vaya qué cosa mas linda

que veo cada mañana

cuando tus ojos me muestran

la intención de tu mirada.

   Es sutil, es verdadera,

tan cargada de ternura

que me abraza, me acaricia,

me envuelve con su frescura.

   Dulce como un caramelo,

salada con intuición,

suave como el terciopelo,

chispeante de ilusión.

   Tan vivaz como aquel día

que vi su primer destello,

hoy no con tanta premura

pero mostrando consuelo

que hay que saber de lo malo

para saborear lo bueno.

   Y luego, al llegar la noche,

igual que cada mañana,

quiero sentirme vestida

por la luz de tu mirada.

                                    Marisol, 1-2-12

COMO LLORAN LOS HOMBRES DE AMOR

               Y eché a llorar como si fuera un loco

             como si fuera un cuerdo

             como lloran los hombres de amor.

                                                             José Larralde.

   Por los rincones llorando,

por mis afueras riendo,

dibujando una sonrisa,

maldiciendo tu silencio.

   Sólo quiero recordar

aquellos atardeceres

que me encontraba en tus ojos

y me instalaba en tus sienes.

   El porqué aquello acabó

no sé si averiguaré.

Sólo sé que dónde estés

estará  mi corazón,

mis lágrimas, mi alegría,

mi paz, mi odio, mi ira

y mi recuerdo mejor.

                                Marisol, 12-1-12

¡PUES CLARO QUE SÍ!

   ¿Qué cómo me encuentro?

Ni bien, ni mal,

ni joven, ni vieja,

ni flaca, ni gorda,

ni guapa, ni fea,

ni triste, ni alegre

o puede que sí.

   Me siento contenta

por saber pensar,

por ser singular,

capaz de elegir,

libre de sentir,

tener libertad,

poder contestar

y poder decir

lo que me apetezca.

   ¡Pues claro que sí!

                       Marisol, 10-12-11

TU SONRISA

   Adivino tu sonrisa,

esa luz que se desprende,

que ilumina tus pupilas

es como si me enviase

una pizca de energía

que me ayuda a mantener

cierto sosiego en mi vida.

   Y si no te puedo ver,

da lo mismo, la imagino

acariciando tus ojos,

prendida en la comisura

de tus labios clandestinos.

   Y con eso es suficiente.

   Hay quien dirá: no es lo mismo,

pero para mí, lo es.

   Solamente con saber

que cuando piensas en mí

se dibuja en tu semblante,

ya no necesito más.

   Con eso tengo bastante.

                              Marisol,  7-1-12