Saber que estás
me reconcilia
con el parte de noticias,
con la ausencia
o el exceso de trabajo,
con el pedrisco de decretos
e injusticias,
con el final de mes,
con la cuenta de mi saldo.
Saber que estás
le da color a mi vida;
cuanto menos
toda la gama de grises,
desde el negro hasta el gris claro.
Saber que estás
me estremece, me hace fuerte
pero hay veces
que no alcanzo a conciliar
por ser tan grande el agravio.
Menos mal que sé que estás
y puedo coger tu mano.
Marisol, 3-12-12