MIRA TÚ POR DONDE

  Si tú no estás, no hay mañana,

si tú no estás, no hay estrellas,

si tú no estás, ¡ay, qué limpia

que se encuentra la bañera!.

   Si tus ojos no me miran,

no existe luz en mi alma

y tampoco me criticas

mi escote y mi minifalda.

   Si me faltan tus palabras

no siento calor ni frío,

pero, mira tú por dónde,

no machacas mis oídos.

   Qué bien cuando tú llegaste,

qué pena cuando te fuiste,

qué bello mientras duró

y qué alivio despedirte.

                           Marisol, 27-5-12

TORMENTA

   Tormenta que me atormenta

ráfaga de frío siento,

ventisca de nieve, rayo,

vendaval de lluvia, trueno.

   Que cese ya el torbellino

y que  me envuelva el asueto,

remanso de paz, estampa

de atardeceres de invierno.

   Voy en busca de un camino,

voy en busca de unos sueños,

y quiero que sea contigo

con quien compartir encuentro.

   Que venga a reinar la calma

y albergue nuestro destino

y cogidos de la mano,

seré tuya, serás mío.

                                Marisol, 22-5-12

LÁGRIMA

   ¿Por qué asomas tu intención?

¿por qué razón te me escapas?.

No quiero mostrar mi pena,

mi emoción, lo que me embarga.

   Quiero que seas solo mía

aunque se ahoguen mis ganas,

no te quiero compartir,

solo en soledad me calmas.

   Y tú, vas y te revelas,

te asomas a la ventana,

no te puedo detener

y alguna más te acompaña.

   Con una suave caricia

te deslizas por mi cara,

contigo se va un suspiro,

no vas sola nunca, lágrima.

                             Marisol, 16-5-12

JUEVES DE MOROS

     Un alegre cascabel

me avisa que ya ha llegado,

se respira la emoción,

la alegría, el desenfado.

   Se olvidan todas las penas

que nos tienen en letargo

y se dispara la fiesta

con dicha, color y encanto.

   ¡Venga, pirata, realista,

hueste, estudiante, cristiana,

marroquí, contrabandista,

ven, zíngara, musulmana!.

   Princesas de gran tronío,

sublimes abanderadas.

   ¡Qué destello de belleza

se vislumbra en esas caras

cuando vuestros capitanes

vienen a rendiros galas!.

   ¡Cuánto brillo desprendéis

por nuestras calles y plazas!.

   Como un reguero de luz,

con la música por banda,

vamos a recomponer

solo una voz en la plaza.

   Atentos a una batuta,

respiración controlada,

listos a la orden que marca

las notas tan deseadas.

   Y todos, un corazón,

mil voces IDELLA cantan.

   ¡Ya estalló la fiesta, moros!

¡cristianos, ya no nos paran!

   ¡Bendito sea San Antón!

y este pueblo, ¡ELDA canta!

                                                                                                Marisol, 28-4-12

SULTÁN

   Tu imagen está tatuada

como aquel beso que quema

lentamente en alborada.

   Tu atardecer, mil suspiros,

contemplarte, una embajada,

aire de sonrisa fresca

al despuntar la mañana.

   Si me alejo, tú te alejas,

queda huérfana mi calma.

Si no puedo ser el rey

de tu corte, de tu estampa,

tú sí permanecerás

en el trono de mi alma.

   Te llevo en el corazón,

mi gran pasión, mi Granada.

                              Marisol, 8-5-12

ZÍNGARA GITANA

 Me siento guapa si miro

como me miras, gitano.

   Rebelde, dulce, turbada,

cuando imagino tus labios.

   Esa imagen recortada

  ante ese claro de luna,

me embelesa, me desarma,

reflejo de tez moruna.

   Sé que me sientes, te siento,

sé que me intuyes, te intuyo,

sé que me inventas, te invento,

muero por ser algo tuyo.

   Si bailo, bailo tus ojos,

si río, río tu magia,

siento que soy torbellino

si tu pensamiento manda.

   Llévame por tu camino,

regálame tus palabras,

átame con tus sentidos,

gitano, gitano mío,

hazme volar con tus alas.

                              Marisol, 10-5-12

EL DUENDE

   Ni la falta de poderes,

ni el ocaso, ni el otoño,

nada puede con el duende

que se instaló entre nosotros.

   A veces se hace el dormido

pero, con solo el sonido

de un chasquido de los dedos,

salta con gracia y con brío,

enseguida está dispuesto.

   Otras veces lo apartamos

casi sin querer queriendo

y ves que se va alejando

pero cuando se da cuenta,

de un salto, viene corriendo.

   Y es que, apareció un buen día

sin saber cómo y por qué.

Fue aquel en que me miraste,

fue aquel en que te miré.

   Desde entonces, con tormentas,

sequías, calor o frío,

se acurruca entre nosotros

y da a nuestro ser sentido.

   Pues, eso, que no nos deje.

Como aquel poeta dijo,

que nuestro duende, tú y yo

andando hagamos camino.

                               Marisol, 3-5-12