ME APETECIÓ

  Me apeteció

ver una luz en el cielo.

   Me apeteció

el brillo de una añoranza.

   Me apeteció

sentarme sobre un recuerdo…

un acorde de guitarra.

   Me apeteció

la frescura sobre el césped.

   Me apeteció

sentir que crece la hierba.

   Me apeteció

la lluvia sobre mi cara…

saber que te tengo cerca.

   Me apeteció

que la noche me trajera

un suspiro, una caricia,

una nueva primavera.

                    Marisol, 9-7-15

...O NO

He de darme a la bebida

… o no,

he de esconder la cabeza

… o no,

regodearme en la tristeza

… o no,

navegando a la deriva

… o no.

Enfrascarme en color negro

… o no,

dar portazos en mi alma

… o no,

llorar porque no te quiero

… o no,

sentir que no siento nada

… o no.

He de anclarme en el pasado

… o no,

he de esperar a que sientas

… o no,

he de cerrarle las puertas

a algún sinsabor amargo

para ahuyentar la tristeza,

y poder darle la vuelta

a algún pensamiento insano

que me pellizque en el alma,

y dar luz verde a mi canto.

                                     Marisol Puche Salas

PALABRAS

  

   Palabras que dicen todo

sin apenas citar nada,

que nacen bajo suspiros

y enjugan en dulces lágrimas.

   Se acurrucan en el lápiz

que por el papel rebaila,

dibujando sentimientos

vestidos con buenas trazas.

   Y creen que se sienten libres,

pero quedan atrapadas

por esos lazos prendidos

en el fondo de tu alma.

   Buen regalo

para dar y recibir,

cálidas, dulces palabras.

                         Marisol, 25-5-15

NECESITO

Hoy no estoy,

y a pesar de mi pericia

a la hora de saberme resolver

aun sin estar,

necesito encontrarme.

Sé que, a veces,

puedo prescindir de mí,

automatizarme

y dejarme llevar,

pero hoy me necesito.

Necesito comulgar

con mi fondo y con mi forma,

seriamente conversar

con un “a ver”, y rescatar

la dejadez de algún “quizás”.

Necesito detener algún “después”

y agarrar por la solapa

a mi cierta soledad,

y dialogar.

Sin resquemor, ni ambigüedad,

sin ser víctima de nadie,

ni de mí.

Necesito hasta tener

ganas de verme,

de encontrarme,

y sobre todo, muchas ganas

de quererme.

Marisol, 25-2-15

ME EMOCIONO

Me emociono

si brilla alegre una estrella,

cuando E.T. levanta el vuelo,

si el sol calienta los campos,

si el concursante lo  acierta

y llega el coche a sus manos.

Si termina con un beso

la peli de enamorados,

si los pétalos dormidos

se esperezan en sus tallos.

Si suena el coro triunfante

y me envuelve con su canto,

si anunciando primaveras

suena el piar de los pájaros.

Me emociono si presiento

que siento cerca tus manos.

Me emociono si recuerdo

aquellos besos robados.

Me emociono con sentir

que estás de nuevo a mi lado.

Marisol, 13-5-15

SOLO PENSARTE...

Solo pensarte

me cura más de una tristeza,

me hace caminar

sin tropezar,

hace suave

alguna amarga aspereza.

Me reconcilia con la oscuridad,

y con algún sinsabor

más bien amargo.

Solo pensarte

desnuda mi soledad,

emborrona las ausencias,

le da un toque de calor

a esos momentos

vacíos de esperanza.

Solo pensarte

borra tachones

que se instalan en mi alma,

colorea la apatía y convierte

mis noches en mis mañanas.

Solo pensarte

me hace fuerte,

elimina la migraña que se empeña

en enredarse por mi suerte.

Solo pensarte...

hace desaparecer la nada.

Marisol, 6-1-15

LA VID

La aventura imponente y misteriosa

nos la ofrece la cepa prodigiosa.

A través de sarmientos retorcidos

fluyen  jugos gozosos,  bien nacidos.

Sus flamantes racimos adheridos

agradecen sustentos recibidos.

La lluvia con el sol, en gran medida,

les brindan el regalo de la vida.

Por fin, la mano humana y hacendosa

recoge, en madurez, frutos crecidos,

loando la vendimia conseguida.

Y sigue su proceso y su camino

buscando conseguir otro destino.

Nos ofrecen su don en pleitesía,

aledo, moscatel o malvasía,

el aroma, explosión de fantasía,

regala su toque de poesía.

Tocadas con los pies, sucoso lecho

o técnicas actuales por derecho.

Al catar el enólogo tal vino,

con tacto, reverencia y cortesía,

brindará al viñador en candelecho.

                                       Marisol Puche Salas