AQUEL DÍA DE VERANO

   Lluvia fresca que refresca,

aquel día de verano,

cuando buscando cobijo

me tropecé con tus labios.

   Aislados por la tormenta

entrelazamos las manos

y una ráfaga de amor

estalló como un relámpago.

   Aquellas gotas de lluvia

fueron sutiles testigos

de tu mirada, la mía,

de la intención, de un suspiro.

   Pero aquello ya pasó,

quedó olvidado en el tiempo,

el fulgor y la pasión

se vistieron de silencio.

   Cada vez que veo llover,

por más que pasen los años,

la lluvia fresca refresca

aquel día de verano.

                              Marisol, 20-2-13

HUEVO REMENDÓN

   Con un huevo remendón

me he cosido una patata

con forma de corazón.

   El juanete se asomaba

como si quisiera ver

a su zapatilla amada.

   Pronto me arrepentiría

de pensar que al pobre Juan

le quitaba la alegría.

   Así es que, sin ser verano,

las calcetas van a estar

con aire refrigerado,

pues ya no pienso tapar

ninguna ventilación

que les impida ligar,

asomarse y poder ver

lo que pasa alrededor

de los dedos de mi pie.

                                 Marisol, 1-2-13

MAR ADENTRO

   A veces grito vivencias,

a veces grito silencios,

otras veces los ahogo,

se me quedan mar adentro.

   Unos salen de mi piel,

otros los cojo prestados,

jugando a, sin serlo, ser,

dejo libre mi entusiasmo.

   No todo me pasa a mí,

no soy fruto de desánimo

pero atrapo la intención,

la recojo y me la guardo.

   Quiero compartir pasión,

alegrías y fracasos,

sentir en mi corazón,

acunar en mi regazo.

   Y luego lo cuento así,

cantando como lo siento,

aunque en alguna ocasión

se me quedan mar adentro.

                                 Marisol, 7-2-13

EL TEMPLETE

La Plaza Castelar

   Ya suena la banda, niña,

los instrumentos se templan.

¡Vamos! Corre hacia aquel banco,

el de aroma a rosaleda.

   ¿No te llevas un pañuelo

por si la noche refresca?

-No, que me quiero cubrir

con manto de mil estrellas

y reflejo media luna

que me sirva de peineta.

   ¡Que se esté quieto el chiquillo

que juega y revolotea!

que ya suena el clarinete

con un solo de zarzuela.

   Late el silencio en la noche

escuchando aquella pieza

que sale de una batuta

y en aquel trono resuena.

   Recuerdos de mi niñez,

rabia, coraje, gran pena,

por borrar con un tachón

el encanto y la belleza.

 En el centro de la plaza,

ausente, su imagen regia,

aquel emblema, El Templete,

de Castelar, su bandera.

                                 Marisol, 2-2-13

ARCO IRIS

   Quiero mañanas en fosforito,

los mediodías rosa pastel,

las medias tardes, azul celeste

y por las noches rojo satén.

   Quiero los sueños color violeta,

y los recuerdos, dorado sol,

plata de luna sobre mi pelo,

verde esperanza en mi corazón.

   Quiero que sientas como yo siento,

quiero que brilles con mi ilusión,

que el arco iris tienda su velo

y nos envuelva el color pasión.

                                          Marisol, 16-12-12

LA FAMILIA TRAP...Y SONDA

Ilustración: Fernando Botero

   Alguien me dijo un buen día:

¡Vaya familia de artistas!

¿Todos tocan instrumentos?

Y yo, paréme un momento,

me lo pensé y respondí:

   Pues es que va a ser que sí,

porque mis tres “criaturicas”

son virtuosos del piano,

lo tocan con gran esmero,

mucho gusto y buena mano.

   Aparte, que si la flauta,

la dulce y la travesera,

la melódica, el djembé,

el clave, el bombo y platillos

y el trombón, requetebién.

   Por mi parte, el clarinete

¿qué más te puedo decir?

   ¡Ah!, verás, hay otro artista,

es el jefe de la tribu,

que toca, claro que sí,

(no instrumento lo que digo)

pero con acierto y tino

me toca, y muy bien, a mí.

                               Marisol, 26-1-13

UNA AUSENCIA

   Me enamoré de una ausencia,

tomó forma en mi tejado,

con parte de mi colada

le puse camisa y sayo.

   Lo vestí con mil suspiros

lo adorné con mi entusiasmo

y su rostro lo monté

tomándolo de prestado.

   Poco a poco tomó voz,

pero no propia, alquilada,

y claro, de aquí y de allá,

en la perfección rayaba.

   Y de pronto, tomó vida,

ya por sí solo marchaba

y de lo que imaginé

resultó nada de nada

                             Marisol, 3-4-12