miércoles, 29 de febrero de 2012

LA ESPERANZA



Ilustración: Joaquín Sorolla


   La negrura me está pidiendo paso,
no consiento que irrumpa en mi camino
recordando promesas del olvido,
la nostalgia.

   Mi sendero enredado por mil lazos
rememora momentos del pasado,
le sonrío de lejos con retazos
de añoranza.

   Sólo quiero mirar hacía adelante,
presiento tesoros escondidos,
ilusión, sentimientos compartidos,
la esperanza.
                                           Marisol, 18-2-12

domingo, 26 de febrero de 2012

LA PLAYA


Ilustración: Joaquín Sorolla

Como las olas me acerco
como resaca me alejo;
quisiera estar a tu lado
pero siento estar muy lejos.

   No quiero que tu presencia
se expanda sobre mi arena,
no derrumbes mi castillo,
no escales hasta mi almena.

   Pero no quiero que cese
el murmullo de tu playa;
necesito que la brisa
me susurre tus palabras.

   Eso no puedo perderlo,
quiero que cada mañana
se me acerque con el viento
que llega hasta mi ventana.
                                 Marisol, 16-2-12

PIEDRA



   Necesito sentir que soy piedra
pero piedra común de camino,
rodeada por el musgo y la tierra,
de la nada y de todo, testigo.

   Resistir si una causa me pisa,
soportar tempestad y riadas,
siendo dura para protegerme
y así mismo sencilla y cercana.

   Sin orgullos y sin vanidades
no me brindo para ser lanzada,
no consiento que me manipulen
ni formar parte de una muralla.

   Pero quiero servir de cimientos,
base fuerte de torre, atalaya
desde donde propagar al viento
cien mil gritos de amor y esperanza.

                                   Marisol, 23-2-12

jueves, 23 de febrero de 2012

QUIERO SER



   Yo no quiero ser princesa,
lo que sí que quiero ser
es justo lo que ya soy:
mujer de pies a cabeza,
con mis nortes y mis artes
y sabiendo a dónde voy
y sin parecerme a nadie.

   No quiero pertenecer
al perfil de ningún molde.
Quiero ser imprevisible,
que cuando me vean llegar
no sepan ni por asomo
dónde voy a aterrizar.

   Y aun sabiendo a dónde voy
a veces casi prefiero
dejarme un poco asombrar
y decidir casi al vuelo
a dónde voy a parar.

   Voy a seguir practicando
por si lo puedo lograr.
                              Marisol, 25-12-11

MI GUITARRA




   ¿Qué le pasa a mi guitarra?
   Le falta sólo una cuerda
y ya no puede cantar.

   No puede contar sus penas
ni tan siquiera llorar
pues para hacerse notar
necesita las seis cuerdas,
que la acaricien, la templen,
que hagan su cuerpo vibrar,
que canten,  lloren con ella.

                              Marisol, 23-9-11

lunes, 20 de febrero de 2012

EL CASTILLO DURMIENTE




  En un país muy lejano
había un castillo remoto
con remotos soberanos,
una princesa remota
y unos remotos vasallos.
    ¿El problema?: que dormían
un año tras otro año.
Y claro, cualquiera piensa
lo del hada maleficio,
lo de la rueca, el pinchazo.
     Pues no, que va a ser que no,
que no ocurrió nada de eso.
Sólo fue que se durmieron.
Alguien pensó que bebieron,
mas la cogorza se pasa.
     Pues lo de estos fue una siesta,
pero una siesta tan larga
que ya van para tres años
y que no se despertaban,
ni en invierno ni en verano.


     Un buen día se acercó 
a las puertas del castillo
un apuesto jovenzuelo.
-¿Será un príncipe?- dirán;
pero no, no se imaginan:
         ¡¡era el cobrador del frac!!
    Y es que había unos asuntos
desde un condado vecino
por el tema de unas tierras
que dejaron de pagar.
   Claro, como están durmiendo.
   Cuando vio los matorrales 
que trepaban por la puerta
se tuvo que remangar
para poderlos quitar.
   Por fin entró en el castillo
y buscando y rebuscando
se encontró con la princesa.
   Al verla, solo pensó:
pues no es ninguna belleza
pero no pudo evitarlo,
sintió ganas de besarla
y cual sería su sorpresa
cuando ésta se despertó.
   Ya despierta y con sonrisa
como que sí mejoraba,
al muchacho le gustaba 
y se gustaron los dos.


   Ahora tenía que arreglar
el problema de la deuda
porque no debía olvidar
que el haber ido hasta allí
fue tan solo por cobrar.
   ¿Qué hacemos?, ¿los despertamos?
con lo a gustito que están,
remover todo el castillo;
quita, quita, ya verás:
nos acostamos juntitos,
nos dormimos y a soñar.


   Y así van para diez años.
-¡Qué vidorra!- pensarán.
   Pero yo no les envidio,
pues aparte de soñar
a mí me gusta vivirlo.
¡Pues a donde va a parar!.
   Y aquí termina la historia
de durmientes y demás
que, colorín, colorado
no se quieren despertar.
                             Marisol, 15-9-11

domingo, 19 de febrero de 2012

HOSPITAL



  ¿Es posible controlar
con buena organización
tanta cantidad de gente
sin crear gran confusión?

   Como si fuera hormiguero
unos vienen y otros van
con una gran diferencia:
que no es para trabajar.

   Casi nadie va contento
pues al que menos y más
le tocaron las narices
o se las van a tocar.

   Voy recorriendo memoria
y que no puedo evitar
el hacer comparaciones
recordando otro lugar.

   Y es que son dos hospitales
de condición desigual:
uno es un centro privado
y el otro es el general.

   Y claro, siempre las clases
se marcan con diferencias.
Uno que tiene de todo
y el otro con deficiencias.

   Y lo que más me mosquea
es que no es cuestión de pago,
pues si en el uno se paga
en el otro está pagado.

   Pero bueno, es el sistema;
te ponen unas lentejas
que si las quieres las tomas
y si no, pues te las dejas.
                              Marisol, 15-12-11
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